Este viernes, la fotógrafa Carolina Illán Conesa (Los Dolores-Cartagena, 1989) inaugurará la exposición ‘En el vino, la verdad, en la leche, la belleza’, en el Museo de Archena, en la que ofrece el resultado del contacto de ambos líquidos sobre la piel. Con motivo de esta muestra, Esther Peñas, del diario nacional ‘Solidarid digital’ ha entrevistado a la cartagenera en la sección de ‘Cultura y ocio’.
- “Creo que la diferencia entre un cuerpo masculino y otro femenino es algo personal, es una cuestión de gusto estético. Yo, con mis fotos, trato de convertir el cuerpo de la mujer en poesía”
Las imágenes de Carolina Illán Conesa de esta muestra se detienen en el contacto de dos sustancias altamente insinuantes y tentadoras, el vino, la leche. Con una intensidad regada hacia la belleza, Illán consigue que quien mira quede calado en esa humedad que asiste a las fotografías, todas ellas con un discurso implícito feminista. Atentos. Tienen hasta el 26 de abril para gozarla.
¿Por qué en la leche reside la belleza?
El concepto de leche y belleza van en paralelo a lo largo de toda la historia, son de sobra conocidos los baños de Cleopatra o de Popea en leche o los miles de cosméticos y tratamientos de belleza basados en sus propiedades.
Por otro lado, su color blanco es símbolo de perfección, pureza y limpieza.
En un sentido más estético, la textura que deja las gotas de leche sobre la piel me parece extraordinaria, ese contraste de colores es precioso con sus variaciones e irregularidades en la superficie.
¿Qué aporta el vino al arte?
El culto religioso del vino y la fiesta pagana van unidos y son tema de representación artística. El vino ha sido gran inspiración de artistas y escritores siempre, recogiendo esa tradición en frescos, pinturas, representaciones… de multitud de culturas como la egipcia, griega o romana.
Existe una contradicción cuando hablamos de vino: lo sacralizado y lo banal. El vino en la religión cristiana es algo consagrado, es la sangre de Cristo, y en el mundo pagano el vino es hablar de fiesta y desenfreno, aunque con una vertiente divina en muchos casos como en la Antigua Roma donde teníamos a Baco como dios del vino.
Es un elemento clave de la civilización occidental, sin el vino faltaría una parte importante de la Historia del Arte por sus valores y manifestaciones culturales.
¿Qué es verdad en fotografía?
A diferencia de una pintura, que se puede realizar simplemente con la imaginación, sin nada delante, una fotografía siempre tiene una realidad física. Puede ser un montaje, un posado o un retocado, pero siempre de algo tangible, una representación.
Todas las fotos son únicas e irrepetibles, pueden ser muy parecidas entre sí pero siempre habrá factores que provoquen que sólo exista una vez cada foto, ya sea por la luz o una mínima diferencia de postura. Son pedacitos de momentos de vida propia. No es solamente una foto, es lo que hay antes y después, la relación entre el fotógrafo y la cámara, lo que se fotografía y el espectador… un vínculo de comunicación visual.
Los cuerpos adquieren un protagonismo erotizante en tus fotografías, ¿qué ves en él?
Mi concepto de erotismo no es solo un cuerpo desnudo, va más allá de lo sexual. Tiene que ver con la sensibilidad y la belleza del cuerpo humano y lo que provoca en el espectador. Lo que para algunos puede ser una obra erótica, otros ven pornografía y a otros no provocarles nada. Pretendo evocar sentimientos entre lo sensual y lo emocional, una fotografía pertenece al que la mira, sin ese espectador no es nada, por lo que se necesita provocar algo en el interior del que contempla la imagen.
¿Qué diferencia, desde el ojo de la cámara, un cuerpo masculino de uno femenino?
Creo que la diferencia es algo personal, es una cuestión de gusto estético. Por suerte, conforme avanzamos el concepto de belleza en el erotismo no sólo se basa en fotos de mujeres para miradas de hombres heterosexuales. El discurso de la mirada fotográfica va más allá del género y la orientación sexual, lo masculino no pertenece solo a los hombres ni lo femenino a las mujeres, fuera estereotipos.
En el caso de la belleza en el cuerpo de la mujer, a mi parecer, tiene un atractivo que no sólo reside en el cuerpo, sino en la mente. El concepto de belleza ha ido cambiando según culturas y épocas, la belleza es todo lo agradable a la vista, algo abstracto que sólo tiene lugar en la mente de la persona que la recibe.
Con mis fotos quiero ensalzar el papel de la mujer, convertir el cuerpo de la mujer en poesía, hacerla lenguaje. Como si fuera un poema que te lleva a través de su seducción a donde estés dispuesto a llegar.
¿De qué modo se sabe qué cosas merece la pena fotografiar?...
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